Testimonios del templo de Irma de Maresco

TESTIMONIOS DEL TEMPLO DE IRMA DE MARESCO

Desde el día que llegué a este querido Templo he observado a distintas clases de personas y de religiones pertenecientes a otras

Congregaciones que concurren de todos los lugares a dar “gracias” a este Bendito Triángulo.

No he dejado de concurrir a estas hermosas conferencias, no sólo por el interés de interiorizarme de lo que allí ocurre sino porque realmente es un Temple Religioso y allí se predica con las Sagradas Escrituras; por lo tanto es como una Iglesia Católica y cuando hay dos hablando en nombre de Dios en medio de ellos se encuentra Él.

Es muy importante poder trasmitir a través del Santo Evangelio la palabra de Nuestro Creador, por eso quiero a este Templo, porque allí no existen cosas raras ni se confunden nuestras ¡deas ni nuestra religión. He pensado que al escribir este libro todo lo que se refiera a este querido Templo es más que importante porque estos libros no sólo recorren nuestro país sino atraviesan las fronteras llevando no sólo el mensaje de paz sino también haciendo conocer una Misión Doctrinaria donde se predica el amor al prójimo y la caridad, bases fundamentales de nuestra Religión, que es la Católica.

HECHOS PRODUCIDOS EN ESTE TEMPLO

Allí suceden, y he sido testigo de ello, innumerables “milagros” concedidos a través de la petición a estos tres queridos benefactores que son los que forman el Triángulo Espiritual: Pancho Sierra, Madre  María y Hermanita Irma, los cuales son los encargados de llevar estos mensajes a Dios Todopoderoso y a la Santísima Virgen. Yo personalmente les estoy muy agradecida por todo el cambio que se ha producido en mi vida y por la paz espiritual que encierra mi alma.

Creo un deber divulgar todo lo que allí acontece, pues si no lo hiciere dejaría de ser una buena cristiana. Todo lo que es bueno y limpio se debe difundir, ya sea en palabras, en obras o en escritos, como lo estoy haciendo yo, para el bien de nuestra comunidad.

Aquí en este Templo todas las religiones son respetadas porque toda ellas conducen al mismo camino, que es el sendero que Dios nos manda y aunque muchas veces nos vemos criticados por hacer llegar en simples palabras esta fe en Nuestro Creador, no nos sentimos heridos porque sabemos muy bien que a Jesús lo hirieron mucho más y sin embargo cargo su pesada cruz para salvarnos. No es necesario buscar términos difíciles para ser comprendidos y si no sólo nos basta mirar el Evangelio de San Marcos para comprender que más vale decir las cosas tal cual nos dicta nuestro corazón, sin tener a nuestro lado el diccionario para descifrar las frases.

Me ha encomendado esta Misión que empezó con muchas lágrimas pero que hoy me da la serenidad de poder decir las cosas con calma y de frente. Mi misión es ésta y la seguiré hasta el final de mi vida; sé perfectamente que no seré excomulgada por decir la verdad, ni nada me podrá detener porque lo que digo es auténtico y verdadero.

No levanto falsos testimonios ni me preocupa la crítica que se ensaña con algo que por pertenecer a un Templo donde sólo se practica el bien, es algo sagrado porque pertenece a Dios.

Todos los caminos nos conducen a un mismo redil porque somos el rebaño de Jesús”. Y si decimos las palabras que están en nuestras Sagradas Escrituras… ¿a quién le vamos a temer?

Estamos cumpliendo con un mandato divino de una ley que Dios nos encomendó: “ayudar al prójimo”, ya sea con enseñanzas a retomar el camino extraviado o se encuentra confundido en esta vida donde existen seres buenos y malos y nuestro deber es “ayudar a nuestros hermanos”.

Eso es lo que se practica en el Templo donde predica el Hermano Miguel, quien se merece el mayor de los respetos porque su palabra está dirigida a través del Espíritu Santo. Ustedes pensaran cómo puedo asegurar eso; es muy simple la explicación: si el Hermano Miguel no hubiera sido tocado por el Espíritu Santo no podría predicar con tanta seguridad y tanta fe que sólo los que sufren saben que al acercarse a él los problemas y angustias se ven superados y que llega a esos seres con las sabías palabras que sólo aquel que es un elegido de Dios puede decir, porque en ellas se encuentra la calma… No agrego ni retiro nada de lo que he dicho porque es la pura verdad.

Eva Romero de Torres

AQUÍ ESTA LA VERDAD BRILLANDO COMO LA LUZ

He aquí testimonios de personas que llegaron desesperadas al Templo y recibieron la ayuda necesaria.

Desde Realicó viajó una señora para agradecer al Triangulo Bendito, y en especial a la Hermanita Irma, de que su esposo estuviera sano y trabajando, pues los médicos sólo le habían dado tres meses de vida, su enfermedad era cáncer en un pulmón, y el pedido de ayuda se hizo en el Templo. Y así de testimonios surgen paso a paso porque llegan de todos los lugares para agradecer estas gracias recibidas, desde Río Negro, Tucumán, General Pintos, Misiones, Córdoba. Es innumerable la lista de localidades; día tras día se suceden estos hechos. Para Dios nada es imposible y el Triángulo Querido es nuestro intercesor: estas almas santas ruegan por todos nosotros. No puedo detallar todos los milagros, pero sí quiero divulgar lo que la fe y la oración en comunidad logran, demostrándonos que “la unión hace la fuerza” y que Dios siempre nos escucha.

 

NUESTRO GRAN PREDICADOR

No sé si será virtud o defecto el enfrentarse con la verdad y decirla. Soy agradecida por sobre todas las cosas y me gusta decir la verdad aunque a veces me encuentro en serias dificultades por ello, pero Dios nos enseña que “lo que es sí, es sí, y lo que es no, es no”. Sólo es necesario tomar la Santa Biblia y salir de dudas si creen que no es así.

En este Templo hay un Triángulo Querido que nos protege y un joven Predicador que nos acerca más hacia Dios. A través de su palabra caminamos por sendero de verdad y de luz; como un Buen Pastor reúne a su rebaño de la misma manera que él reúne a sus hermanos espirituales. Fe, Esperanza y Caridad son las bases teologales de esta Gran Misión.

Les aseguro que su Misión es muy sacrificada: no es nada fácil encaminar a muchos seres que por malos consejos o por diversas causas de esta vida equivocaron el camino del bien, pero él está dotado del carisma de la comprensión, el amor al prójimo, la caridad, educa y adoctrina a sus hermanos espirituales con paciencia y ternura, acercándonos hacia el redil del Señor.

En este Pastor está anidado el cariño hacia sus semejantes. Su madre, la Hermanita Irma, sembró en su corazón la semilla de la Caridad y hoy es fructífera la cosecha pues él está recibiendo el cariño de todos los humildes. Sus manos siempre están abiertas al amor que se da y a la esperanza que se recibe. Este Buen Pastor no tiene descanso, no habrá otro Predicador como él; su amor hacia los pobres demuestra su gran corazón.

“El Pastor de los humildes” es el mejor nombre que se cruzó por mi mente y no estoy equivocada en mi manera de pensar; he presenciado largas filas de pobres que le han ido a pedir ayuda y que él generosamente les ha brindado víveres, ropas y todo lo que está a su alcance.

Sé que la Hermanita Irma desde el más allá le sonríe feliz porque su amor hacia el prójimo dio los frutos en sus hijos, porque el Hermano Miguel es la luz de los humildes cristianos y en él se encuentra al hermano bueno que nos defiende y ampara. También Ornar, que es su otro hijo, está junto a este Gran Predicador, porque ambos pertenecen a un mismo ser y están unidos por el mismo anhelo y siguen los Mandamientos de Nuestro Señor Jesucristo.

La Hermanita Irma, medianera de este Triángulo, no nos abandona. El Hermano Miguel es el enviado de Dios para propagar la bondad de su alma aliviando los sufrimientos de sus queridos hermanos. Allí el Buen Pastor eleva sus plegarias por todo el Universo de confín a confín, por nuestra Argentina, por el Presidente, por el Santo Padre, por los hogares, por los trabajadores, por tu hogar, por tus hijos, tus nietos, tu esposa o esposo, por tus cuñados, por tus hermanos, por tus amigos y por tus enemigos, deseándoles el bien a todos. Esta es su obra: hacer siempre el bien y perdonar a quienes nos hacen mal.

ESTE ES EL MENSAJE DE AMOR

Este libro lleva el mensaje de amor y en él he comentado todo lo que han visto mis ojos.

Aquí no existe ninguna clase de equivocaciones y si todavía existe alguna persona que dude sobre lo que en el Templo se predica y de las obras que en él se realizan, sólo debe acercarse y comprobar esta verdad: es un Templo religioso, netamente cristiano, que se llama “Irma de Maresco” y hay en él un Triángulo Querido donde el Puntal es Pancho Sierra, “El Gaucho Santo de Pergamino”.

Eva Romero de Torres

 

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